Más de 100 años de tradición matancera son los que avalan a la familia de “Can Matarino”; después de cuatro generaciones, continúan con la fabricación de embutidos para su comercialización, iniciada ya en el año 1975 por el maestro artesano Mateu Oliver.
Desde muy joven, aprendió el oficio de la empresa familiar. Su padre le enseñó la elaboración de embutidos de la tradición charcutera mallorquina. En 1.993 el apodo de la família “els de Can Matarino” se tomó como nombre empresarial, y actualmente continúan elaborando sus productos tradicionales e innovando con nuevas ideas, que han ido introduciendo a lo largo de estos años.